jueves, 10 de noviembre de 2005

BIPOLARIDAD

Quien padece una enfermedad maníaco-depresiva experimenta cambios del humor o de su estado de ánimo mucho más intensos que los que la mayoría de las personas experimentan a lo largo de su vida. Estos cambios del humor pueden ir desde la tristeza presente en la depresión hasta la euforia que caracteriza a las fases maníacas. La mayoría de los pacientes padece ambas fases de la enfermedad, depresión y manía, aunque algunos experimentan únicamente fases maníacas o fases depresivas.

Esta enfermedad también es conocida con un término más técnico como es el de "Trastorno Afectivo Bipolar". A continuación les describiré las dos fases de la enfermedad, los problemas que presenta cada fase, las formas de afrontar la enfermedad y los diversos tratamientos disponibles. Aunque es una enfermedad grave, con el tratamiento adecuado, es posible llevar a cabo una vida en la que la enfermedad no interfiera demasiado.


¿Es muy frecuente?

Esta enfermedad es mucho menos frecuente que la enfermedad depresiva simple. Casi una de cada 100 personas adultas sufrirá una enfermedad maniaco-depresiva en algún momento de su vida. Este trastorno puede comenzar en cualquier momento durante la adolescencia o al finalizar la misma. A diferencia de lo que ocurre en otras formas de depresión, la enfermedad maníaco-depresiva afecta por igual a hombres y mujeres.


¿Qué causa la enfermedad maníaco-depresiva?

Nadie lo sabe con exactitud, pero la investigación ha demostrado que esta enfermedad se presenta más en unas familias que en otras, y que tiene más que ver con la herencia y los genes que con la educación recibida. Según parece las partes del cerebro que controlan nuestro estado de ánimo no funcionan adecuadamente -por esta razón, los síntomas de la enfermedad maníaco-depresiva pueden ser controlados con medicación. Los episodios de la enfermedad pueden, en ocasiones, ser desencadenados por experiencias estresantes, por la falta de apoyo en el entorno o por la presencia de enfermedades físicas.


¿Qué se siente, cuales son los síntomas?

Obviamente, dependerá de si el paciente sufre un episodio depresivo o maníaco de la enfermedad. Estas dos experiencias tan diferentes serán descritas de forma independiente a continuación.


Depresión

La sensación de estar deprimido es algo que todos experimentamos de vez en cuando. Esta sensación puede ayudarnos a reconocer nuestros problemas así como a enfrentarnos a ellos. Sin embargo, para un paciente con una enfermedad maníaco-depresiva, su depresión será mucho más intensa y duradera, y le hará realmente difícil el afrontar los problemas de su vida diaria. Quien padece este tipo de depresión tiene una mayor probabilidad de experimentar los síntomas físicos listados a continuación. No todos los pacientes con depresión presentan la totalidad de los síntomas citados, aunque generalmente presentan varios de ellos.


Síntomas mentales

• Sentimiento de infelicidad permanente
• Pérdida de interés por las cosas
• Incapacidad para disfrutar
• Dificultad para tomar decisiones, incluso las más simples
• Sensación de cansancio intenso
• Sentimientos de inutilidad, inadecuidad y desesperanza
• Mayor irritabilidad de la habitual
• Pensamientos suicidas

Síntomas físicos

• Pérdida de apetito y de peso
• Dificultad para conciliar el sueño
• Despertar temprano
• Estreñimiento
• Pérdida del deseo sexual

Si usted llega a deprimirse, no se sentirá capaz de realizar adecuadamente su trabajo o sus cometidos habituales. Puede resultarle muy difícil pensar de una forma positiva y tener esperanza en el futuro.

Puede que se encuentre de repente llorando sin razón aparente. Le resultará difícil estar con otras personas. De hecho, es posible que sean los demás quienes le digan que no lo encuentran bien antes de que usted se de cuenta de que algo va mal. Si tiene una depresión leve, generalmente será capaz de llevar a cabo algunas de sus actividades regulares. El mantenerse activo puede ser de gran ayuda ya que le permitirá romper con el círculo vicioso de pensamientos pesimistas que pueden hacerle sentir peor. Aunque su depresión sea leve necesitará contarle a alguien como se siente, esto en sí mismo le hará sentirse mejor y además hará posible que los demás puedan ayudarle.


Obteniendo ayuda


Si encuentra que su depresión dura más de un par de semanas, que empeora o que interfiere con sus actividades normales, debería acudir a su médico de cabecera.
La mayoría de los pacientes con depresión recibe la ayuda necesaria de su médico de cabecera. Entre él y usted decidirán que tipo de ayuda será necesaria para su caso. En las depresiones leves, el consejo o la psicoterapia de apoyo pueden ser suficientes. En el caso de las depresiones moderadas, serán necesarias las psicoterapias más específicas y/o los fármacos antidepresivos. En las depresiones graves, los antidepresivos serán imprescindibles antes de que la psicoterapia pueda ser útil, y generalmente se precisará de la colaboración de un médico especialista en este tipo de trastornos, el psiquiatra. Tan sólo un pequeño número de pacientes depresivos necesita ser ingresado para su tratamiento en un hospital. El ingreso suele ser necesario en aquellos pacientes cuya enfermedad supone una amenaza para sus vidas o bien en aquellos que no mejoran a pesar del tratamiento pautado. Si la depresión no se trata, ésta puede empeorar hasta el punto que al paciente puede parecerle que no merece la penar vivir, llegando a pensar que la única forma de acabar con ese sufrimiento es suicidarse. Si se encuentra a sí mismo pensando este tipo de cosas, debería solicitar ayuda contándoselo, lo antes posible, a un amigo o a un profesional. Esta es una experiencia por la que pasan muchas personas con depresión antes de mejorar -es importante que recuerde que mejorará.


Consejo

Es una forma de hablar sobre sus problemas con alguien, un consejero, que no está involucrado en su vida diaria. Aunque en nuestro sistema sanitario no existe la figura del consejero como tal, su función sin embargo la suelen llevar a cabo otros profesionales como su médico de cabecera, personal de enfermería o el trabajador social. Estos profesionales le podrán ayudar mediante una escucha atenta, permitiéndole hablar francamente de una forma en la que en ocasiones es difícil hacerlo con la familia o con los amigos. Un consejero puede ayudarle a tener una perspectiva más objetiva de sus problemas. El hablar de sus sentimientos le ayudará a pensar sobre ellos de una forma más clara, y a encontrar formas prácticas y constructivas de superar los problemas.


Cómo detener los cambios del humor - Recomendaciones


Información

Resulta fundamental que usted sepa lo máximo posible sobre su enfermedad y sobre cómo recibir ayuda.

Estrés

Evite las situaciones estresantes. En la actualidad sabemos que dichas situaciones pueden desencadenar un episodio depresivo o maníaco. Ya que no podemos evitar por completo el estrés de nuestras vidas, resulta muy útil aprender cómo afrontarlo para que nos afecte lo menos posible. Puede practicar alguna técnica de relajación, ya sea escuchando alguna cinta de cassette, asistiendo a algún grupo de relajación o acudiendo a un psicólogo clínico. Su médico de cabecera le ayudará a encontrar lo que usted necesita en su localidad o lo más cerca posible de esta.


Relaciones

Todos necesitamos tener alguna persona cercana con la que podamos compartir tanto los buenos como los malos momentos de nuestra vida. Sin ellos sería difícil sentirnos bien o felices. Sin embargo, los episodios de depresión o de manía pueden llegar a causar gran tensión en los amigos o familiares del paciente, y en ocasiones se hace necesario tener que reconstruir algunas relaciones tras un episodio de la enfermedad. Es importante que al menos disponga de una persona en la que confiar. Cuando se encuentre bien, debería hablar con las personas que son importantes para usted explicándoles su enfermedad, de forma que ellos puedan comprenderle y saber que es lo que pueden esperar de usted en esos momentos.


Actividades

Resulta vital el lograr un equilibrio entre el trabajo, el ocio y las relaciones con su familia y amigos. Muchos pacientes con enfermedad maníaco-depresiva tienden a saturarse de actividades una vez que se encuentran bien. Es importante que procure no hacer esto. Asegúrese de que dispone del tiempo suficiente para relajarse y descansar. Si está desempleado, procure acudir a algún curso o hacer algún trabajo voluntario que no tenga nada que ver con las enfermedades mentales.


Sugerencias para la familia y los amigos

Los episodios de manía y de depresión pueden ser muy estresantes tanto para la familia del paciente como para sus amigos. Un episodio de manía puede llegar a agotar a cualquiera cercano al paciente. La depresión también puede dejar a la familia y a los amigos con sensación de impotencia absoluta para ayudar.


Ayudando a un familiar o amigo deprimido

Con frecuencia resulta difícil saber que decir a alguien que está muy deprimido. Puede tener la sensación de que no dice nada correcto a causa de que los pacientes interpretan todo de una forma muy pesimista. Puede resultar muy difícil saber qué es lo que desean -no es sorprendente ya que con frecuencia ni los propios pacientes deprimidos saben realmente qué quieren. Los pacientes pueden estar muy aislados e irritables, pero a la vez son incapaces de estar sin su ayuda y apoyo. Pueden estar muy preocupados pero ser incapaces de aceptar una sugerencia o consejo. Intente por tanto ser lo más paciente y comprensivo posible.

La ayuda práctica puede ser más fácil de ofrecer, y es muy importante. Asegúrese de que su familiar es capaz de cuidar de sí mismo de una forma adecuada. Si cree que su familiar está siendo negligente en su cuidado, ya que no se alimenta ni hidrata adecuadamente, busque ayuda médica de forma inmediata. Si le habla de hacerse daño o de suicidarse, debe tomar en serio tales comentarios y obtener ayuda profesional lo antes posible.

Es importante que usted disponga de espacio y tiempo para recargar sus baterías. Asegúrese de que dispone de algún tiempo para dedicar a sus amigos de confianza, quienes podrán apoyarle en estos momentos. Si su familiar o amigo ha sido ingresado, comparta las visitas con alguien más, usted podrá apoyarlo más y mejor si dispone de tiempo para poder descansar.

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

PORQUE SI LA BIPOLARIDAD ES TAN TRISTE PARA EL PACIENTE QUE NO TIENE PAZ Y PARA LA FAMILIA QUE LO RODEA, PORQUE NO HAY CENTROS Y MEDICAMENTOS GRATUITOS PARA TRATARLA. QUE PENA...

1:32 p. m., julio 28, 2010  
Anonymous Anónimo said...

claro la bipolaridad es muy triste yo la sufro y es aterrante no saber como te sentiras mañana

8:29 p. m., marzo 28, 2011  
Anonymous Anónimo said...

CUANDO ERES BIPOLAR NO SABES SI ALGUN PROBLEMA LO CAUSO ALGUIEN MAS O TU MANERA DE SER LO HIZO VIVES HECHANDOTE LA CULPA DE LO QUE PASA A TU ALREDEDOR

8:30 p. m., marzo 28, 2011  
Blogger Rocío said...

me interesa mucho el tema... la verdad es q tengo una compañera de trabajo q creo está pasando por esta enfermedad y la verdad qisiera ayudarla de alguna manera... en la entrada decia q explicarias tanto la mania como la depresion, pero solo aparece la depresion...me encantaria ver lo referente a la mánía...te lo agreceria bastante...es q en otros articulos es mas complicado ;) saludos

3:01 p. m., noviembre 08, 2011  

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