DIA DEL BESO15 de noviembre

¿ Que es el Beso ?

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El beso se podría definir como tocar algo con los labios contrayéndolos y dilatándolos suavemente, en señal de amor, amistad o reverencia.
Deberíamos pensar que la acción de besar significa un acercamiento entre dos personas, y que la calidad del beso dependerá de la relación o parentesco entre estas. El amor entre padres e hijos, se demostrará con un beso en la mejilla, el amor ardiente entre dos enamorados con un beso en la boca y el respeto hacia una dama o persona mayor con un beso en la mano.

¿Por qué dedicar un día al Beso?

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Simplemente recordar en un día esta manifestación de afecto y multiplicarla en forma geométrica, esto ayudará al estado espiritual y emocional, además de despertar un sentimiento de bienestar y acercamiento con el mundo, que tanta falta hace hoy en día. Entonces por que no?
Poco importa a quien se le ocurrió esta celebración y cual fue el motivo. Lo más interesante es aprovechar la ocurrencia y en este día BESARSE MÁS !!!

La propuesta es:

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Encuéntrate con tus familiares, amigos y compañeros y recuérdales cuanto los quieres con un gran beso, y... para esa persona especial que hay en tu vida, que te quita el sueño y te hace cosquillas el corazón cuando la ves..... Aprovecha para darle el beso más apasionado de la historia!!!! (luego si quieres, nos cuentas como fue)

Que te quieren decir cuando

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Te besan en la mano, te adoro
Te besan en la mejilla, simplemente quiero ser tu amigo
Te besan en el cuello, te quiero
Te besan en los labios, te amo
Te besan en las orejas, simplemente estoy jugando
Te besan en otro sitio, no te dejes llevar muy lejos
Te besan mirando tus ojos, bésame
Te besan jugando con tu pelo, no puedo vivir sin ti
Te besan con las manos en tu cintura, no puedo dejarte ir

Ese festín llamado beso - Por Pía Rajevic

De oso, ardientes, tímidos, intensos, franceses, suaves, fraternales, jugosos, tibios, virtuales. ¿Qué besos desearía? Besar es uno de los mejores festines para los sentidos. Un acto de la máxima importancia en la vida amorosa. Por eso cuando una pareja deja de besarse, se enciende luz roja. ¿Hace cuánto tiempo que no experimenta un buen beso?

Entregarse al beso provoca una pendiente de sensaciones ascendentes. Tensión leve, acaloramiento y excitación sexual. Una tromba de emociones, tal como describió al beso el norteamericano John Morris en 1936. “Correrá lava por tus venas. Te quedarás sin respiración. Gemirás y te desmayarás, porque la sangre huirá de tu cabeza y correrá desbocada por todas las venas de tu cuerpo. Entonces serás incapaz de pensar o razonar”.

Un buen beso provoca una verdadera revolución en el cuerpo: quema entre 3 a 12 calorías; pone en movimiento nada menos que doce músculos de los labios y otros 17 de la lengua; y hace que las pulsaciones cardíacas pasen de 70 a 140 por minuto.

Produce una seguidilla de procesos químicos que turban al organismo. Los biólogos explican que un beso intenso aumenta la secreción de dopamina -que aumenta la sensación de bienestar- y testosterona, la que se asocia al deseo sexual. Además, libera adrenalina y noradrenalina, acelerando la frecuencia cardiaca y la presión arterial. Por último, la glándula pituitaria ubicada en la base del cerebro, segrega oxitocina, una hormona que hace sentir un especial bienestar a las personas.

"El beso es el único de todos los actos en que las personas utilizamos los cinco sentidos al mismo tiempo: Lo sinestésico, lo auditivo -porque el sonido del beso tiene un erotismo en sí mismo-, lo gustativo y lo olfativo. Y para qué decir lo visual, porque besar con los ojos abiertos o cerrados te lleva a dimensiones completamente distintas. Sabemos, por ejemplo, que el beso con los ojos cerrados te lleva a una dimensión interna de sensaciones que a muchos hombres les cuesta contactar. Por eso hay muchos hombres que besan con los ojos abiertos”, dice Cristian Thomas, sexólogo y ginecólogo.

El beso, no ha acompañado siempre a los seres humanos. Y hay sociedades que hasta hoy no la han incorporado, como la somalí. El beso se habría convertido en ritual de reconocimiento entre los seres humanos a partir de la costumbre de las mujeres prehistóricas que masticaban para sus hijos las semillas y luego se las entregaban boca a boca para alimentarlos. Sólo en el siglo XVI el beso se incorpora a la vida pública como parte del cortejo entre hombre y mujer. Pero su expresión actual se debe al influjo de lo romántico desde el siglo XIX.

"Donde está el beso, está lo romántico", dice Clemencia Sarquis, sicóloga, quien acaba de hacer una investigación en la que se encontró con una sorpresa: Los hombres chilenos emparejados besan más que las mujeres. Se trata de un estudio de cincuenta parejas con más de diez años de unión, que dio lugar al libro Secretos y Complicidades en el Matrimonio y que acaba de publicar. Estos hombres “besucones” se sienten más satisfechos de la relación amorosa que sus parejas y plantean menos la separación que las mujeres. Dando interpretación a estos datos sorpresivos, Sarquis señala que ante cualquier dificultad, por pequeña que sea, la mujer es más vengativa que el hombre, se aleja de éste y deja de besarlo, suspende el beso.

Fue un hallazgo contra toda hipótesis, precisamente porque en su consulta, según relata Clemencia, es mayoritariamente la mujer quien se queja de la falta de afectuosidad de su pareja, lo que muchas veces se expresa en un cambio en la forma de besar o en un desinterés por el beso. Los lamentos más frecuentes son: "yo lo beso y no me responde" o "estamos en un momento de tanta intimidad, lo voy a besar y me rechaza".

Muchas investigaciones hablan de cierta ineptitud de los hombres para el buen beso. Por ejemplo, David Coleman, que ha estudiado el comportamiento humano respecto del beso, dice que ellos suelen ser “demasiado agresivos, ásperos, precipitados y hasta incultos” cuando besan. Los acusa de ir directo al beso penetrador, el beso francés que incluye peripecias con la lengua. Recomienda, en cambio, ir paso a paso, cuidadosamente, invitándolos a gozar del beso, en vez de lanzarse sobre ellas usando el beso sólo como un puente para llegar al sexo. Tomima Edmark, que escribió un verdadero tratado sobre el beso (El Libro de los Besos) tiene reparos parecidos: “La mayoría de la gente lo ve como un precalentamiento, y no le dedica al beso la atención y el cuidado que se merece”.

Sicólogos, sexólogos, y terapeutas dicen que nunca hay que olvidar el beso en una relación amorosa. Es una poderosa antena, un transmisor afectivo. Así, no es lo mismo una relación sexual con besos que sin besos, de la misma manera que no resulta igual despedirse o saludarse con un buen beso que sin este gesto. “El beso es un indicador de cómo está una relación. Habla del grado de intimidad que está logrando la pareja”, comenta Cristian Thomas.

¿Y qué hacer cuando el beso se ausenta? Enfática, Clemencia Sarquis advierte: “Cuando se deja de besar, es que la pareja ya está distanciada. Es luz roja. El abandono de la necesidad de besar, de intercambiar ese contacto revitalizador debiera ser una luz de alerta. Hay que indagar qué está pasando. A veces el beso se aleja porque existe una tercera persona, y otras veces, es porque a la persona le pesa mucho el saco de los no importa (problemas no resueltos), y termina con una mochila que ya no puede cargar. Y una de las manifestaciones de ese alejamiento es hacerle el quite al beso”. La actitud respecto del beso tiene, incluso, implicancias más allá de la pareja: Quienes no se tocan y no se besan en presencia de sus hijos trasmiten una imagen de distancia y de prohibición corporal.

John Gottman, un norteamericano que se ha dedicado a observar a las parejas, filmó durante 14 años cómo éstas se relacionaban, llegando a precisar por la forma en que se transmitían ciertos gestos –el beso entre ellos-, cuándo una relación tenía futuro o estaba con sus días contados. Un estudio alemán, referido por el diario hispano El Mundo, destacó los alcances positivos del beso en la cotidianeidad de las personas. Estableció que los hombres que besan en la mañana a sus mujeres tienen menos accidentes de tráfico, trabajan mejor, ganan hasta el 30% más que los que olvidan el beso y viven cinco años más.

Como sostiene Clemencia Sarquis: "Todos necesitamos ser importantes para el otro. Queremos ser atendidos y reconocidos y un gesto de atención y reconocimiento, es besarse. Besarse es esencial para una pareja. Creo que así como en sus primeros momentos de descubrimiento las parejas disfrutan el beso, es muy importante mantenerlo hacia delante. Y no ese beso mecánico que uno ve que se da mucha gente, que cae en el aire, sino un beso de complicidad y unión. Porque le beso comunica mucho".
Más de 40 preciosas alusiones al beso encontró en el Antiguo Testamento la autora del Libro de los Besos, Tomima Edmark. Del Cantar de los Cantares, destaca: ”Que me bese con besos de su boca. Tus labios, ¡oh esposa!, destilan miel virgen. Bajo tu lengua se esconden la miel y la leche”.